EL 72% DE LOS NIÑOS QUE PADECEN ESCOLIOSIS SUFREN FRACASO ESCOLAR O RETRASOS EN SUS ESTUDIOS

La tasa de fracaso escolar o retrasos en sus estudios es significativamente más alta entre los niños que padecen escoliosis que entre los niños sanos. En el caso de los niños con escoliosis la tasa de fracaso escolar o retrasos en sus estudios sube hasta el 72%.
Este dato ha sido el obtenido de una encuesta realizada entre unos 600 afectados en Andalucía y que ha llevado a cabo la Asociación Malagueña de Escoliosis y Problemas de Espalda. La encuesta se realizó entre los meses de enero y febrero por voluntarios de AMEPE, además de por correo electrónico.
La escoliosis se muestra por lo general en edad escolar. Las continuas pruebas y exámenes médicos a que son sometidos los afectados, hacen que pierdan una gran cantidad de clases y en muchos casos el ritmo académico. Además este colectivo tiene que someterse a rehabilitación, a llevar en la casi totalidad de los casos un corsé, y a tener sesiones extras de deportes que fortalezcan la musculatura de la espalda. Todas estas actividades, restan tiempo de estudio, ya que la mayoría de las pruebas son por las mañanas y las tardes son dedicadas en gran parte a estas actividades de rehabilitación, fisioterapia o deporte. De ahí que el tiempo restante para estudiar sea muy escaso.
Además, el trauma psicológico que para un niño supone el tratamiento con corsés, hace que el menor se vuelva en muchos casos introvertido o miedoso, ocultando en la mayoría de los casos su afección, para no verse excluido de su grupo de amigos o compañeros de clase o de juegos. Además, debemos valorar el hecho de que la mayoría de los afectados son niñas, por lo que la carga estética en este sector del colectivo es aún mayor, sobre todo cuando llegan a edades cercanas a la pubertad. Es en el grupo de niñas donde se ha detectado un mayor número de abandono de los estudios.
Estas altas tasas de fracaso o retraso escolar tienen un efecto durante toda la vida del enfermo. Esto es debido a que la escoliosis es una enfermedad crónica, de la que se padecen secuelas en mayor o menor medida durante toda la vida. De ahí, que la inserción laboral de una persona sin estudios y con limitaciones físicas para coger pesos, flexibilizar su espalda o mantenerse muchas horas en lugar estático, sea mucho más compleja que para una persona sana.
Desde AMEPE se reclama para paliar estos efectos un sistema de detección precoz de esta afección vertebral, y el establecimiento de un tratamiento integral que afecte tanto a la parcela clínica y de rehabilitación, como a la parcela psicológica, social y de apoyo psicopedagógico. Para ello presentará iniciativas en varias administraciones andaluzas a fin de conseguir que el colectivo de escoliosis sea identificado a todos los efectos como un colectivo de especial atención psicopedagógica y de difícil inserción laboral.